Sabemos que las vitaminas y minerales son sustancias esenciales para el óptimo mantenimiento de la salud de la personas. Según sean sus hábitos alimentarios muchas veces se recomienda la suplementación, para cubrir los requerimientos y necesidades especiales adaptadas a cada persona.
Las vitaminas y minerales son obtenidas a través de los alimentos, y recordamos que todos los alimentos aportan vitaminas y minerales en diferentes cantidades, y que todos coexisten. A la hora de consumirlos no hacemos ningún tipo de diferenciación, sino que consumimos lo que nutricionalmente nos corresponda en cada ingesta.
Todos los alimentos deben pasar por el proceso de masticación, deglución, digestión y absorción, y durante todo este proceso no existe ninguna incompatibilidad entre las vitaminas y minerales, todos pasarán al torrente sanguíneo y serán utilizados según las necesidades del organismo. Pasa lo mismo con los suplementos alimentarios de origen natural.
Por ejemplo aquella persona que no consuma frutas ni verduras, tendrá una carencia de muchas vitaminas y minerales. En este caso se recomendara la suplementación con un multivitamínico, o bien con la vitamina que se encuentre en deficiencia. Este deberá ser consumido como un alimento, por lo que su proceso de digestión y absorción será el mismo que el de los alimentos
Por otro lado, debemos considerar que cada persona es diferente metabólicamente hablando y tiene reacciones diferentes. En el organismo se llevan a cabo múltiples reacciones químicas, que se verán alteradas por la presencia o no de enfermedades, alteraciones hormonales, etc. En este caso sí que pudiera haber algún tipo de incompatibilidad.
Lo que sí está demostrado, es que existe incompatibilidades de ciertas vitaminas con tratamiento medicamentosos como por ejemplo las personas que tienen un tratamiento con anticoagulantes, (para evitar los ictus) tiene incompatibilidades con la vitamina K, la vitamina D, complejo de vitamina B, vitamina C y dentro de las vitaminas liposolubles cuando son consumidas por encima de las dosis normales con la vitamina E y la vitamina A.
Otro caso curioso es el que se presenta en la espinaca, que aporta hierro y ácido fólico, en teoría se dicen que hay incompatibilidad porque el organismo prefiere utilizar el ácido fólico como prioritario antes que el hierro, pero no es cuestión de incompatibilidad, sino de facilidad de obtención.
También tenemos, alimentos que si los consumimos crudos evitan que se absorban las vitaminas, pero no porque sean incompatibles, sino porque necesitamos una ayuda para poder absorberlas, como es el caso de la clara de huevo y las vitaminas que en ella se encuentran.
Otra anomalía que puede ocurrir es cuando, hay un consumo desequilibrado de algún mineral como puede ser por ejemplo: el fosforo, que hace que el nivel de calcio disminuya en sangre, también suele ocurrir con el sodio y el potasio, es por ello que cuando se suplementa se haga bajo la supervisión de la nutricionista.
Actualmente en el mercado al igual que existen dietas que son disociadas, es decir que indican que es perjudicial mezclar los hidratos de carbono, con las proteínas o con las grasas, hay una tendencia parecida con las complementos alimentarios (vitaminas y minerales), pero que en realidad no he encontrado ninguna base científica que con estudios demuestre que esto sea 100% cierto.
Lo que si debemos recordar que la suplementación con vitaminas, jamás es sustituto de una alimentación equilibrada y saludable, sino una ayuda para mantenernos sanos