La cavidad bucal tiene una flora bacteriana propia, la cual se debe mantener en unos niveles mínimos para evitar la aparición de la caries. Es por ello que la forma más eficaz para evitarlas es controlando esta cantidad de flora bacteriana.

Una caries es una destrucción de las estructuras dentales debida a la acción directa de los ácidos que las bacterias que viven en la cavidad oral producen en su metabolismo. Estas bacterias se alimentan básicamente de los restos de alimentos que depositan en los dientes, especialmente azúcares y proteínas, digieren estas sustancias y producen ácidos como resultado de su digestión.

Ya sea por cambios en la dieta o un aumento de la cantidad de bacterias, esta bajada del pH es mayor de lo debido y causa destrucción química de las estructuras dentales, disuelve químicamente el esmalte y  de la dentina formando cavidades o caries.

¿Cuáles son los síntomas de que tenemos caries?

Las más conocidas son:  

-La sensibilidad a las temperaturas o a ciertas concentraciones de ácidos y azúcares. Esta sensibilidad es debida a la disolución química de la superficie del diente que permite el paso de fluidos.

-La presencia de cambios de color apreciables por el paciente o dolor indica que la lesión es ya muy importante y de difícil tratamiento.

Como podemos ayudar a evitar la aparición de las caries:

La dieta es un factor favorecedor de la aparición de caries, sobre todo aquellas personas que tienen un elevado contenido de azúcares refinados, una dieta de consistencia muy blanda y con alimentos que se adhieren fácilmente facilita la formación de la placa dental. Es por ello que una de las formas de prevenir la aparición de caries es una alimentación adecuada. http://ow.ly/LHKxW.

Debemos vigilar el consumo de vitaminas y minerales muy importantes para la formación de los dietes como pueden ser importante para la formación del diente es el Calcio, vitamina D, vitamina C, y Vitamina B (en especial B2, Niacina y B12)

El segundo factor es la higiene bucal Es más importante que sea una higiene correcta. De todos modos se recomienda que el cepillado se realice siempre después de cada comida para evitar el acúmulo de placa bacteriana sobre los dientes. Un mínimo de tres veces diarias es recomendable para la mayoría de los pacientes pero en ciertos casos necesitamos aumentar la frecuencia.

Un correcto cepillado, y los antisépticos orales han demostrado una gran eficacia en la disminución del riesgo de caries.

El cepillado dental, crema dental apropiada, enjuagues bucales y el empleo de elementos de higiene interdental, como la seda dental, han demostrado ser los métodos más eficaces. El ion Flúor se une a la estructura del esmalte haciendo que sea más resistente a la destrucción ácida.

El uso de flúor es muy recomendable en edades infantiles, donde la higiene no es tan controlada y en adultos de alto riesgo de caries.