¿Son seguras nutricionalmente hablando las dietas para perder peso?

Con periodicidad, y ante la llegada del buen tiempo o temporada estival aparecen en el mercado dietas para reducir de peso, independientemente de que puedan ser efectivas o no, normalmente estas dietas están pensadas para un período de tiempo corto, y que normalmente conllevan a insuficiencias nutricionales, que pueden afectar al buen estado de salud.

Es por ello que si piensa ponerse a dieta para rebajar los kilos de mas que ha generado durante este invierno, le invito a que lea esto.

Según el tipo o causa del sobrepeso/obesidad, nos vemos como nutricionistas obligados a limitar la ingestión de alimentos (que son medidos en  Kcal), pero tomando en consideración, que para perder peso debemos adoptar un régimen adecuado con todos los nutrientes indispensables.

Durante el tiempo, que suele ser más o menos largo, dependiendo de la cantidad de kilos que se deban perder,  el paciente es sometido a este tipo de tratamiento de control de la ingesta de calorías, las llamadas dietas hipocalóricas, el objetivo de la reducción del ingreso de Kcal está pensada,  para producir dentro del organismo, una disminución de las reservas que están en el organismo en forma de tejido adiposo (grasa).

Existen gran cantidad de formas para perder peso:

–     Las dietas hipocalóricas estándar: que son básicamente una disminución cualitativa y cuantitativa de nutrientes. Las más clásicas son las de 1000 Kcal, 1200 Kcal, 1500 Kcal. 1800 Kcal. Existen profesionales que determinan menor número de calorías, pero no son recomendables.

–     Las dietas disociadas: consumir grupos únicos de alimentos, o solo proteínas, o solo carbohidratos, o bien un tiempo consumiendo un tipo de alimento especifico de alimento (la dieta de la piña, etc.), o la dieta de moda para el momento.

–     Las dietas que combinan: alimentos tradicionales con la sustitución de alguna comida por una barrita o por un batido. En este apartado también encontramos una gran variedad de composiciones: solo con contenido proteico o bien con todos los macronutrientes en equilibrio.

–     Las dietas que solo consumen batidos: son elaboradas por laboratorios, donde se sustituye totalmente el consumo de alimentos por batidos que aportan unas cantidades específicas de nutrientes.

–     Los ayunos voluntarios: Esta es una dieta que estuvo de moda durante  un tiempo, ya que se ha encontrado que en las primeras 48 horas se pueden perder entre 2 a 3.5 kg, pero que tiene consecuencias metabólicas importantes. No es una dieta  recomendable

–     Otras…porque aunque no lo crean hay muchas dietas para perder kilos.

Tenemos que tener en consideración que la población que sufre la enfermedad de sobrepeso/obesidad, tienen un gran deseo de poder perder peso, lo que los lleva a seguir cualquier tipo de dietas de una forma irracional, con la esperanza de una pérdida rápida de peso en un poco tiempo.  Por ello no nos debe sorprender que las dietas hipocalóricas sean, de las que se han abusado de manera indiscriminada y que también son las más ridicularizadas, porque no logran su objetivo, sino cuantas veces ha escuchado usted: “con esa dieta no he conseguido resultados”.

Las dietas hipocalóricas o con restricciones alimentarias, las debemos considerar en un principio, “carentes o escasas” de algún tipo de macronutrientes, de vitaminas y minerales”, trayendo como consecuencia algunos peligros para el correcto funcionamiento del organismo. Y otro punto a tomar en cuenta, es que muchas veces se somete a dietas hipocalóricas es que no se toma muy en consideración el estado del paciente antes de proceder antes de someterla a dieta. Se debe realizar un control  del paciente, sobre los posibles efectos de las dietas hipocalóricas sobre patologías ya existentes en el individuo

Las dietas hipocalóricos por definición tratan de forzar el equilibrio, la homeostasis del organismo, para hacer que haya una pérdida de las reservas energéticas. Este proceso, puede ser más o menos efectivo, intensa y peligrosa y sus efectos pueden ser ligeros o marcados inclusive pueden llegar a dejar secuelas.

Todos los nutricionistas recomendamos dietas hipocalóricas “equilibradas” donde se aporten las cantidades adecuadas de macronutrientes, fibra, vitaminas y minerales. Pero debemos tener muy claro, que todo ello no está incluido dentro de los límites energéticos que se pautan en un régimen, es decir que una dieta hipocalórica para lograr que se disminuyan eficazmente las reservas, se debe eliminar o prescindir de una gran parte del algún componente energético; la tendencia es a disminuir los carbohidratos (azúcares) o los lípidos (las grasas) y como consecuencia también se ve disminuido la ingesta de mircronutrientes esenciales.

Una de las primeras consecuencias es que con esa reducción forzamos más aún la utilización de las proteínas como fuente energética en detrimento de su función equilibradora del balance nitrogenado y aporte de los aminoácidos.

La importancia de las proteínas en nuestra dieta no es tan enigmática como parece, ya que los resultados de la limitación de funcionalismo del metabolismo nitrogenado en el cuerpo son dañinos en potencia, afectando a los sistemas inmunológicos de defensa, el mantenimiento proteico y pueden verse afectado todos los sistemas fisiológicos.

Cuantas veces pacientes con dietas hipocalóricas, no nos refieren debilidad, o que se encuentran cansados, sobre todo cuando deben hacer el tratamiento por periodos prolongados, de aquí la vital importancia de que se suplemente con micronutrientes esenciales de alta calidad, recordando que no engordan, pero que tienen una función vital dentro del organismo, favoreciendo los procesos metabólicos.

Es por todo lo explicado anteriormente  que es indispensable que las dietas para el control del sobrepeso/obesidad, sean estrictamente controladas preferiblemente por un equipo multidisciplinar: médico, nutricionista, coaching, y entrenador personal.

También se debe respetar la individualidad de cada paciente, no caer en las famosas dietas multigrafiadas o fotocopiadas, que son iguales para todo el mundo, sino que se haga un profundo trabajo de estudio de hábitos nutricionales, donde consume su alimento, cuales son los horarios de comida, quien compra y prepara los alimentos, y para finalizar con la elaboración de una dieta “personalizada”.  Recordando que todos somos diferentes, así lo han demostrado en los tratamientos médicos que se aplican sobre la misma enfermedad, la reacción de los medicamentos no suelen ser igual para todos. No todos tenemos el mismo metabolismo.

El otro problema que se presentan en las dietas para perder peso, es el daño no solo fisiológico por la inadecuación de la misma nutricionalmente, sino el sufrimiento emocional, que se le ocasiona muchas veces al paciente porque no hay pérdida de peso. Esto se puede evitar a través de un exhaustivo seguimiento del tratamiento desde la primera semana.

Por último debemos destacar que la dieta es una herramienta vital para el tratamiento del sobrepeso/obesidad, que cuando son mal utilizadas pueden llevar consecuencias no solo en las expectativas de pérdida de peso de los pacientes sino que pueden haber daños colaterales ocultos.

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