¿El enfoque de la prevención, cuidados y tratamientos de la salud deben ser diferentes para las mujeres?
La respuesta a ambas preguntas es SI, ya que existen notables diferencias morfológicas, fisiológicas, de necesidades nutricionales, etc. entre las mujeres y los hombres. Es por ello que se deben dirigir las actuaciones necesarias para la prevención, cuidado y tratamiento de la salud y nutricional de las mujeres.
Es bien reconocido que en la gran mayoría de las sociedades la mujer tiene un menor estatus social que el hombre, lo que se traduce en relaciones de poder desiguales. Esto conlleva a tener un limitado acceso a los recursos y de control sobre los mismos, e indiferencia a la hora de tomar decisiones. Todos estos factores han llevado a restar importancia y la debida vigilancia a la nutrición y la salud de la mujer
Una de las condiciones que pesa directamente sobre las mujeres y las niñas es la pobreza,
– que conlleva a la obtención de los alimentos necesarios para su nutrición, muchas veces priorizando el suministro de alimentos para sus hijos, hermanos, maridos u otros familiares
– y a los deficientes manejos de manipulación alimentaria, que conjuntamente a la deficiencia del aporte nutricional conllevan a estados de desnutrición y enfermedades.
La vigilancia y seguimiento de la salud y la nutrición de la mujer se ha venido centrando hasta ahora en solo dos periodos de la vida de la mujer: durante el embarazo, el parto y lactancia. Dejando a un lado los periodos que van desde la adolescencia donde comienza su preparación para “estas funciones biológicas exclusivas de la mujer” y que ahora además está influenciado por factores sociales, por la aparición de enfermedades como la anorexia y la bulimia, para lograr encajar en la sociedad a través de estereotipos establecidos y olvidándose de la mujer finalmente en la época del climaterio y la menopausia.
Debido a la morfología de la mujer, padece una larga lista de enfermedades muy exclusivas como son: prolapsos, tumores uterinos, endometriosis, cistitis, picores vaginales, hirsutismo, verrugas genitales, bultos en las mamas, diferentes tipos de cáncer, (útero, vagina, ovario, mamás), dismenorrea, displasia cervical, dolor vaginal, endometriosis, infecciones vaginales, osteoporosis, metritis, ovaritis, incontinencia, olores vaginales, quistes, inflamación de la trompas de Falopio, sequedad vaginal, vaginismo, etc.
Por otra parte los estudios epidemiológicos han demostrado que las enfermedades cardiovasculares son una importante causa de mortalidad femenina, lo mismo ocurre con la mayor incidencia de enfermedades como la fibromialgia, las enfermedades de transmisión sexual, la osteoporosis, el cáncer, el incremento del consumo de alcohol y el hábito de fumar, en la mujer.
En siguientes artículos haremos algunas reflexiones sobre cuáles son las acciones que se pueden realizar para favorecer la nutrición y la salud en la mujer en las diferentes etapas de su vida:
- n Control durante la infancia
- n Control durante la adolescencia
- n Control prenatal.
- n Control de puerperio.
- n Control de regulación de fecundidad
- n Control ginecológico.
- n Control de climaterio y la menopausia.
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