El origen del día de San Valentien viene del siglo III, en una época que el Imperio Romano no era muy amigable que digamos.
El emperador Claudio II mediante un decreto prohíbe que se realicen matrimonios, y la única justificación que tenía para ello, era la creencia que un hombre soltero seria mejor soldado.
La respuesta a esta prohibición vino por un obispo llamado Valentin, que contrariando esas ordenes continuo casando a muchas parejas, por supuesto de forma clandestina.
Esta rebelión tuvo su penalización: prisión.
La respuesta de todas aquellas parejas que pudieron casarse fue impresionante, le estuvieron enviando cartas de apoyo y agradecimiento. Pero lamentablemente el obispo Valentin fue condenado a muerte y decapitado.
Para el año 496 el papa Gelasio I canoniza a Valentin y pasa a ser el patrón de los enamorados.