Comenzaremos por realizar algunas definiciones:
Cáncer: se conoce como un grupo de enfermedades que tienen como denominador común, la transformación de las células normales en otras que se comportan de manera peligrosa para el cuerpo humano. Esto es debido a un cambio en el ADN de las células..
Radicales libres: especies atómicas o moleculares con electrones impares. Se forman en nuestro cuerpo mediante el sol, humo, contaminación, tensión e incluso por la alimentación diaria y la respiración. A los radicales libres les falta uno de los electrones y “roban” estos electrones a otras moléculas. Esta reacción tiene la capacidad de dañar las células, proteínas y el ADN contenido en nuestras células.
Antioxidante: Es una moléculas capaz de relentizar o evitar la oxidación de otras moléculas mediante la eliminación de los radicales libres. De esta forma, los antioxidantes ayudan a protegerse del daño celular provocado por los radicales libres. Los antioxidantes más conocidos incluyen las vitaminas C y E, carotenoides y flavonoides.
Existe una asociación entre radicales libres y cáncer, esta es complicada. Se ha descrito en la literatura que los radicales libres y es estrés oxidativo pueden inducir al cáncer, pero al mismo tiempo estas células cancerosas pueden generar más radicales libres. Compuestos antioxidantes como pueden ser los alfatocoferoles, y betacarotenos pueden limitar los efectos del estrés oxidativo.
Cuando hay un aumento de radicales libres, se genera un ambiente que produce el ahogo de las células. Este ahogo es una característica de tumores sólidos avanzados y el mayor determinante de la progresión maligna.
Entre los componentes antioxidantes que podemos encontrar en las frutas y hortalizas están: los betacarotenos, la vitamina A, C y E. Debemos recordar que la vitamina A y la vitamina E son liposolubles y que una ingesta excesiva en su forma de vitamina A y E pueden producir una intoxicación a nivel de hígado.
Pasamos a describir cada una de las propiedades de estas vitaminas, sus funciones y en que alimentos podemos encontrarlos.
La vitamina A ayuda a la formación y el mantenimiento de dientes sanos y tejidos blandos y óseos, de las membranas mucosas y de la piel. Es un micronutriente esencial para el ser humano ya que genera pigmentos necesarios para el correcto funcionamiento de la retina. La vitamina A proviene de fuentes animales como pescados grasos, huevos, carnes, leche, queso y algunas vísceras. Sin embargo todas estas fuentes también contienen una alto contenido de grasa, sobretodo saturado.
Los betacarotentos, carotenoides precursores de la vitamina A son pigmentos vegetales que, una vez ingeridos se transforman en el hígado y en el intestino delgado en Vitamina A. Es un componente antioxidante que favorece la prevención del cáncer, especialmente pulmón, boca y estómago. También previenen las enfermedades del corazón. Además como son precursores de la vitamina A.
La vitamina C, es una vitamina hidrosoluble. Es necesaria para un gran número de reacciones metabólicas, para la correcta absorción del hierro, calcio y ciertos aminoácidos y el ser humano es incapaz de crearla, de ahí la aparición de la enfermedad llamada escorbuto. Entre los principales alimentos ricos en vitamina C se puede destacar los pimientos, acerola, los cítricos; naranjas, pomelos, limones, kiwi y fresas.
La vitamina E protege las membranas celulares de la oxidación a través de sus ácidos grasos insaturados. Una carencia de esta vitamina puede producir cambios degenerativos en las células de algunos tejidos como la de los músculos y el corazón. Las personas diagnosticadas de fibrosis quística, los pacientes operados a los que se les ha extirpado parte del intestino o del estómago y los que tienen disminuida la capacidad de absorción de grasas como en la enfermedad de Crohn, necesitan un complemento que aporte esta vitamina.. Las verduras y hortalizas de color verde, así como los vegetales ricos en aceite, son los que poseen más cantidad de esta vitamina: espárragos, lechuga, guisantes, nueces, germen de trigo.
Estas son sugerencias generales, cada paciente debe tener una dieta personalizada en base a sus hábitos y necesidades, así como una suplementación adaptada. Si quiere más información: info@my-pdiet.com