Sabemos que el alcohol es un alimento no recomendable cuando es consumido en exceso, por múltiples motivos, entre los que tenemos:
- Como azúcar con índice glicémicos elevado, siendo su aporte exclusivamente en calorías vacías.
- Participa en la génesis y el mantenimiento de los trastornos ligados a las variaciones del equilibrio glicémicos: diabetes, hiperinsulinismos, hipoglicemias
- Contribuye al desequilibrio nutricional del organismo, ya que los alcohólicos tienen una tendencia a consumir pocos alimentos, lo que trae como consecuencia una deficiencia de macronutrientes, vitaminas y minerales.
- Como sustancia tóxica que genera los llamados radicales libres.
- Perturba el metabolismo de la célula hepática y en consecuencia buen número de reacciones metabólicas y enzimáticas y hormonales
- Afecta a la flora intestinal.
- Afecta a la síntesis de vitamina B y otros micronutrientes.
De una manera más particular, el alcohol retiene o favorece la deshidratación de nuestro organismo, hay disminución de magnesio y de vitamina B1
En las personas alcohólicas es imprescindible suplementar con antioxidantes de manera sistemática y abundantes, a fin de prevenir las afecciones relacionadas con la agresión producida por los radicales libres: cirrosis, patologías cardiovasculares,
Además el consumo de vitamina C, vitamina E y aminoácidos azufrados como la cisteína, y metionina, que pueden estimular el metabolismo de las células hepáticas. También es muy importante considerar el correcto consumo de agua tanto en calidad como cantidad.
Se debe tratar de mantener una ingesta nutricional adecuada cualitativa y cuantitativamente, con ingestas pequeñas y varias durante todo el día, lo recomendable es un mínimo de 5 tomas, adecuadas a las necesidades del paciente.
Los tratamientos con un incremento de consumo de aminoácidos esenciales, grandes cantidades de agua, vitamina C y niacina o vitamina B3 constituyen una ayuda para lograr la abstinencia de los alcohólicos, así como de los demás toxicómanos.
Este es un artículo orientativo, no sustituye una consulta con tu médico/nutricionista