Alimentación y contaminación ambiental Los contaminantes son, por definición, dañinos. Pero no todos son igualmente dañinos.
De la multitud de compuestos químicos sintéticos que contaminan nuestro medio ambiente, los que hacen sonar las alarmas más fuertes son los contaminantes orgánicos persistentes por sus siglas COP
La contaminación ambiental puede afectar la calidad y seguridad de los alimentos que consumimos.
Como se relaciona la contaminación ambiental con la alimentación
La contaminación del aire, el agua y el suelo puede contaminar cultivos, alimentos de origen animal y agua potable, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades y problemas de salud.
Por ejemplo,
- La exposición a contaminantes ambientales como pesticidas, metales pesados, productos químicos industriales y toxinas en el aire y el agua pueden acumularse en los alimentos, especialmente en productos de origen animal, como pescado, carne y productos lácteos.
- También puede haber contaminación de los cultivos con sustancias químicas y metales pesados, especialmente en áreas cercanas a fábricas o industrias que liberan contaminantes al aire y al suelo.
- Además, la contaminación del agua puede afectar la calidad de los cultivos y los alimentos de origen animal que se riegan con agua contaminada.
- Los cultivos pueden absorber sustancias químicas y metales pesados del agua y acumularlos en sus tejidos, lo que aumenta el riesgo de exposición a estas sustancias químicas y metales pesados cuando se consumen los alimentos.
En resumen, la contaminación ambiental puede tener un impacto negativo en la calidad y seguridad de los alimentos que consumimos, lo que puede afectar nuestra salud a largo plazo.
Es importante prestar atención a la calidad de los alimentos que consumimos y tomar medidas para reducir nuestra exposición a contaminantes ambientales a través de una dieta saludable y una buena gestión ambiental.
Los contaminantes orgánicos persistentes y alimentación
Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son sustancias químicas tóxicas que pueden persistir en el medio ambiente durante décadas y bioacumularse en los tejidos de los seres vivos.
Algunos ejemplos de COP incluyen:
- los bifenilos policlorados (PCB),
- los pesticidas organoclorados (como el DDT) y
- los compuestos perfluorados (PFC).
Los COP pueden ingresar al medio ambiente a través de fuentes como:
- la agricultura,
- la industria,
- la eliminación de residuos y
- la combustión de combustibles fósiles.
Una vez que están presentes en el medio ambiente, pueden contaminar la cadena alimentaria y acumularse en los tejidos de los animales, incluyendo los que comemos.
Los COP pueden estar presentes en los alimentos de varias maneras. Por ejemplo:
- los alimentos de origen animal pueden contener COP si los animales fueron expuestos a ellos a través de su alimentación o del medio ambiente en el que viven.
- Los COP también pueden encontrarse en pescados y mariscos, ya que estos animales tienden a bioacumular estos contaminantes.
Efectos en la salud de los contaminantes orgánicos persistentes y alimentación
Los COP pueden tener efectos negativos en la salud humana, ya que están asociados con problemas reproductivos, trastornos hormonales, daño neurológico y aumento del riesgo de cáncer.
Por lo tanto, es importante limitar la exposición a estos contaminantes a través de la dieta y otras medidas de gestión ambiental.
Estos efectos pueden incluir:
- Problemas reproductivos: Los COP pueden afectar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. y también pueden afectar el desarrollo fetal.
- Trastornos hormonales: Los COP pueden actuar como disruptores endocrinos, alterando los niveles hormonales en el cuerpo y afectando la regulación de los procesos biológicos.
- Daño neurológico: Los COP pueden afectar el desarrollo del cerebro y la función cognitiva, especialmente en niños expuestos a ellos.
- Aumento del riesgo de cáncer: Algunos COP, como el dioxin y los PCB, se han relacionado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama.
¿Como podemos evitar la exposición a los COP?
Es importante tener en cuenta que la exposición a los COP no tiene efectos inmediatos en la salud.
Sino que los efectos pueden manifestarse a largo plazo y pueden acumularse con el tiempo en los tejidos del cuerpo.
Para limitar la exposición a los COP a través de la alimentación, se recomienda seguir una dieta saludable y equilibrada que incluya:
- Una variedad de alimentos frescos, como frutas, verduras y granos enteros.
- Evitar el consumo excesivo de alimentos de origen animal que puedan contener altos niveles de estos contaminantes.
- Además, es importante elegir productos cultivados de manera sostenible.
- Seguir buenas prácticas de preparación de alimentos, como lavar y pelar los productos frescos antes de comerlos.
- Se recomienda evitar el consumo excesivo de alimentos de origen animal, especialmente los que tienen altas concentraciones de grasas.
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