En el campo de la nutrición se está trabajando en diseñar pautas alimentarias para a mejorar la salud del cerebro, y que van dirigidas en gran medida a los adultos mayores. Esto queda patente en los últimos trabajos realizados por la Brain Health Food Guide, Canada , creada por O por los realizados en Rush University Medical Center en Chicago y Harvard T.H. Chan Escuela de Salud Pública.
En todos los casos, las dietas están siendo basadas en el incremento en el consumo de ciertos nutrientes que encontramos principalmente en alimentos vegetales, como podrían ser legumbres, frutos secos, ácidos grasos esenciales (omega 3), como protectores de las células del cerebro a través de disminuir la inflamación y los procesos oxidativos.
Los resultados preliminares y muy prometedores de los mencionados estudios: la versión canadiense (que es muy parecida a la dieta mediterránea pero que se ha adaptado a los hábitos alimentarios occidentales), han demostrado una reducción del riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un 36%. La otra versión conocida como dieta MIND, que sería una combinación de la dieta mediterránea y la dieta que se aplica para controlar la hipertensión, ha reducido en un 53% el riesgo de padecer esta enfermedad. Evidentemente en ambos casos son necesarios estudios aún más rigurosos, que se planean sean realizados en el transcurso de este año.
Con relación a las dietas podemos decir que tienen algunas diferencias, que inducen a diversas interpretaciones sobre el impacto que puede llegar a tener la correcta nutrición en el envejecimiento del cerebro. Daremos unos ejemplos al respecto:
CANADIENSE |
MIND |
Recomienda 5 porciones de verduras diarias | Recomienda dos porciones de verduras diarias |
Consumo de pescado o marisco 3 veces por semana | Solo recomienda una vez por semana el consumo de pescado y marisco |
Con relación a los cereales no hace especificación | Tres raciones de cereales integrales al día |
Recomiendan cuatro porciones de frutas al día | Recomienda cinco porciones de media taza de bayas a la semana |
La relación que existe entre una correcta nutrición y su influencia en el cerebro, es aún un poco conocida, debido a que la mayoría de los estudios que se han realizado han sido en animales o adultos jóvenes.
Lo que si se ha evidenciado, es que una dieta deficiente en macro y micronutrientes, tiene elevados riesgos de desarrollar hipertensión, enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, que al final todas estas enfermedades pueden comprometer el correcto funcionamiento del cerebro. En consecuencia unas pautas alimentarias que disminuyan el riesgo de padecer cualquiera de las enfermedades anteriores, podríamos decir que también resultaría beneficiosa para nuestro cerebro.
De todos modos hasta el momento no se sabe lo suficiente como para afirmar fehacientemente que los nutrientes por si mismos ayudan al crecimiento de las células del cerebro o neuronas ni al crecimiento de las conexiones neuronales, pero sí que los procesos para que estos funciones si pueden favorecer o alterar por su estado nutricional (Greenwood)
Algunos nutrientes esenciales para el cerebro:
En la lista de los nutrientes que se consideran esenciales para el cerebro encontramos:
–Vitamina E: Se sabe que el cerebro tiene una mucha actividad metabólica, que genera unos niveles de radicales libres elevados, que además son inestables y muy destructivas y la vitamina E actúa como secuestrador de estos radicales libres protegiendo al cerebro de daños. Es por ello conocido como un poderoso antioxidante, sus fuentes alimentarias son de origen grasos como los aceites, frutos secos, semillas, cereales integrales y en las verduras de hoja color verde. Se le atribuye la propiedad de reducir la acumulación de proteínas beta-amiloides, responsables de la enfermedad de Alzheimer.
–Vitamina B12 y B9 (Folato): uno de los trastornos más comunes durante el envejecimiento es la disminución de los ácidos estomacales encargados de facilitar la absorción de la vitamina B12, la deficiencia de esta vitamina puede provocar confusión y trastornos en la memoria y la del folato o ácido fólico conduce a un deterioro cognitivo y mayor riesgo de demencia. La vitamina B12 se encuentra principalmente en: carnes, huevos, queso, pescado y el folato se encuentra en verduras de hoja verde, cereales integrales, nueces y frijoles.
– Acido grasos omega 3: sus principales función es el mantenimiento de los vasos sanguíneos sanos, es por ello que las recomendaciones nutricionales para la protección del sistema circulatorios son también aplicables para el cerebro, pero en este caso es de todos sabido que el cerebro tiene unos niveles de omega 3 mayores que cualquier otro tejido del cuerpo, de ahí la importancia de mantener por encima los niveles de omegas 3
¿Qué Alimentos debemos EVITAR?
En ambas dietas coinciden en evitar o limitar a una ver por semana las grasas saturadas en la utilización de preparaciones, así como los que están en pasteles, dulces, mantequilla, carnes rojas, alimentos fritos y procesados.
Con relación a los derivados lácteos, no existen suficientes estudios, si entran dentro de tus hábitos alimentarios, puede seguir consumiéndolos, con la única precaución que se consuman desnatados.
Por último y muy importante: Los hábitos alimentarios, también cuentan.
Existen estudios que promueven los beneficios cognitivos de beber té o comer arándanos. Pero realizar un enfoque en consumo de alimentos de forma individual es equivocado, lo que realmente tiene más importancia son los hábitos alimentarios y el suministro en conjunto de varios alimentos que interactúan para promover la salud del cerebro. Debemos consumir variedad de alimentos, que aporten los nutrientes esenciales, no solo en cantidad sino en calidad. Según Greenwood: “si se consume una dieta saludable, no debemos preocuparnos por los nutrientes individuales”.
Este es un artículo orientativo, NO sustituye la consulta con un Nutricionista.