¿Sabes cuales son las sustancias activas que se encuentran en las plantas medicinales? III parte. Las saponinas, principios amargos y Taninos.

Las saponinas

Son muy frecuentes en las plantas medicinales, se caracterizan por la presencia de un azúcar: glucosa, lactosa, junto con un aglucón.

Su principal propiedad física es la fuerte reducción de la tensión superficial del agua.

Todas las saponinas son muy espumantes y resultan buenos emulsivos.

otra propiedad características, producir la hemólisis de los glóbulos rojos o eritrocitos, o lo que es lo mismo liberar la hemoglobina.

Las saponinas irritan las mucosas, producen un relajamiento intestinal, son expectorantes entre ellas tenemos: flor del gordolobo, raíz del regaliz y de la saponaria.

También se emplean como diuréticos y desinfectantes de las vías urinarias: el pedúnculo foliado de la herniaria, hoja del abedul, raíz de la gatuña.

Otra planta medicinal muy conocida: la raíz del ginseng (Panax ginseng), originaria de la China, de Corea y de las regiones más orientales de la antigua Unión Soviética, es también muy rica en saponinas.

Los principios amargos:

La farmacología agrupa bajo este nombre sustancias vegetales terpénicas susceptibles de liberar camazuleno, así como glucósidos de diversas estructuras bioquímicas.

Tienen gusto amargo, excitan las células del gusto, estimulan el apetito y aumentan la secreción de jugos gástricos.

Algunos ejemplos: los jugos amargos del ajenjo y del cardo santo, los jugos de las gencianáceas: genciana, trébol acuático de la centaura, etc.

Los taninos:

Sustancias con composición química variable, pero todas tienen en común la capacidad para coagular las albúminas de las mucosas y tejidos, creando así una capa de coagulación aislante y protectora, que reduce la irritación y el dolor, y detiene las hemorragias, metales pesados y los alcaloides.

Son solubles en agua, su interés medicinal radica principalmente en su carácter astringente (muy útil en el tratamiento de las diarreas)

El cocimiento y demás preparados a base de vegetales ricos en taninos se emplean, sobre todo externamente, contra las inflamaciones de la cavidad bucal, catarros, bronquitis, hemorragias locales, quemaduras y sabañones, heridas, inflamaciones de la piel, hemorroides y excesiva transpiración.

De forma interna se utiliza contra el enfriamiento intestinal, diarrea y afecciones de la vesícula, como antídoto en caso de envenenamiento por alcaloides vegetales.

El ácido tánico, extraído de las agallas de roble, es utilizado frecuentemente en farmacia.

También se emplean la corteza del roble, tanto la de verano como la de invierno, las hojas del nogal, las hojas y frutos del arándano, las hojas del frambueso y de la zarza, la raíz de la tormentilla, de la bistorta y de la pimienta, etc.

Este artículo es orientativo, NO sustituye la consulta con su Nutricionista